La Psicología y los Tatuajes

La relación del cuerpo con los tatuajes abre un análisis muy importante para la psicología.

Por el cuerpo pasan nuestras emociones, vivencias y experiencias. Ellos transitan nuestra vida junto con nosotros.

Los tatuajes también hablan de quiénes somos, expresan lo que nos gusta, lo que nos define, lo que nos atraviesa y son parte de nuestra personalidad. Pero veamos ¿Qué dice la psicología sobre esto? Aquí te contamos.

¿Tatuajes para pinchar el inconsciente?

Los estudios sobre la relación que tiene el cuerpo con las personas es muy amplio. Desde varios enfoques se pueden llegar a conclusiones muy interesantes. Para la psicología, la relación que tiene el cuerpo con la persona es muy importante.

El cuerpo funciona como un diario de vida, es algo así como un testimonio vivo de todas nuestras experiencias. El cuerpo va transitando junto con la persona todos sus cambios y transformaciones. Y, así como las personas no son las mismas con el tiempo, tampoco lo son los cuerpos.

Las emociones y los pensamientos están plasmados en las pieles y también en los tatuajes.

Además, por medio del exterior se expresa lo que sucede en el interior. Es por esto que el tatuaje expresa el mundo individual de cada persona y es una manera de hablar de sí mismo y de compartirlo con el resto.

Para muchos, los tatuajes representan vínculos, valores y creencias muy personales. Esto permite definirse a sí mismos y también expresarlo ante otros, generando tanto vínculos de empatía, identidad y pertenencia, como de distinción con otras personas.

Muchas veces, para la persona que los lleva no es solamente una creación estética, sino que los tatuajes cuentan algo de su propia historia.

Pero también hay quienes opinan que una característica común es la búsqueda por sentirse únicos, por distinguir, por ser diferentes y originales.

El llamado Body Art se entiende como decorar el cuerpo por medio del arte, y esto incluye a los tatuajes. Se toma al cuerpo como lienzo para hacer modificaciones estéticas, ya sea de manera permanente o transitoria.

Esta relación arte, cuerpo y tatuajes puede ser muy significativa a la hora de analizar los gustos de una persona e incluso su propia personalidad. Por eso ha empezado a ser objeto de estudio para la psicología desde hace ya varios años.

Y en esto también se incluye la experiencia del dolor. Hay quienes opinan que atravesar por el dolor al tatuarse es algo necesario, casi como parte del ritual. Y simboliza la fuerza, la convicción y el compromiso plasmados en la piel.

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